http://dx.doi.org/10.15741/revbio.04.03.03
Cano Robles, F. K. and Mendoza Cantú, A*.
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. Dirección de Investigación
para el Manejo Sustentable de Sustancias Químicas, Productos y Residuos. Periférico Sur 5000,
4o Piso, Col. Insurgentes Cuicuilco. C.P. 04530. Delegación Coyoacán, México Distrito Federal, México.
*Corresponding Author:
CMendoza Cantú, A., Periférico Sur 5000, 4o Piso, Col. Insurgentes Cuicuilco. C.P.04530. Delegación Coyoacán, México, D.F. México. Phone: +52(55) 5424-6400 Ext.13251. E-mail.:
frinee.cano@inecc.gob.mx
Información del artículo / Article Info
Revista Bio Ciencias 4(3): 164-178
Received/Recibido: January 15th 2016
Accepted/Aceptado: April 11th 2016
Cite this paper/Como citar este artículo: Cano Robles, F. K. and Mendoza Cantú, A. (2017). Nanopesticides, a real breakthrough for agriculture?. Revista Bio Ciencias 4(3): 164-178. http://editorial.uan.edu.mx/BIOCIENCIAS/article/view/231/265
Figura 1. Propiedades deseables de los nanoplaguicidas. Fuente: Adaptación de Cui (2014)
Figure 1. Wanted properties of nanopesticides. Source: Adaptation of Cui (2014)
Figura 2. Ejemplos de medios de aplicación de nanoplaguicidas. Fuente: Kah et al., 2013
Figure 2. Examples of application means of nanopesticides. Source: Kah et al., 2013
Tabla 1.
Polímeros utilizados en la producción de nanoplaguicidas
Table 1.
Polymers used in the production of nanopesticides
Polymer |
Active Ingredient |
Nanomaterial |
Chitosan |
Etofenprox |
Capsule |
Methyl methacrylate |
Cypermethrin |
Gel |
Lignin |
Aldicarb |
Gel |
Polyethyleneglycol-dimethyl esters |
Carbofuran |
Micelle |
Glyceryl ester of fatty acids |
Carbaryl |
Spheres |
Cashew gum |
Moringa Oleifera Extract |
Particle |
Polyvinylpyrrolidone |
Carbofuran |
Suspension |
Starch-based polyethylene |
Endosulfan |
Film |
Vinylacetate |
Pheromones |
Resin |
Polyethylene glycol |
Garlic Essential Oil |
Capsule |
Fuente: Perlatti et al., 2013.
Source: Perlatti et al., 2013.
Figura 3. Métodos de preparación de nanoplaguicidas con el uso de polímeros para liberación
controlada. Fuente: Perlatti et al., 2013.
Figure 3. Preparation methods of nanopesticides with the use of polymers for controlled liberation.
Source: Perlatti et al., 2013.
Posibles riesgos derivados del uso de los nanomateriales como plaguicidas |
Possible risks derived from the use of nanomaterials as pesticides |
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Desde el punto de vista regulatorio, el concepto de riesgo comprende dos componentes: la exposición a un peligro y los efectos (Ize y Suk, 2010). Ambos componentes deben estar presentes para determinar un riesgo, lo cual significa que la existencia individual de ellos no es suficiente. Por ejemplo, si un agente químico tóxico (que en este caso representaría al peligro) es liberado al ambiente en una forma en la cual no es posible que ocurra una exposición de los organismos (ya sean humanos o de otra especie) no habrá riesgo. De forma similar, si el agente químico es liberado y el contacto con los organismos tiene lugar, pero éste no produce efectos adversos en ellos, entonces tampoco habrá un riesgo. En el caso de los nanomateriales usados como plaguicidas (como ocurre con los plaguicidas convencionales) se deben reconocer dichos componentes para evaluar los riesgos. No obstante, antes de realizar esta evaluación, es necesario establecer primero la peligrosidad de estos materiales; es decir, su toxicidad o capacidad de producir algún tipo de daño en los seres vivos. Por ello, existe actualmente un amplio interés en la comunidad científica internacional para investigar los mecanismos por los cuales los nanomateriales en general y los nanoplaguicidas en particular, tienen el potencial de ocasionar algún efecto adverso. Dado que los nanomateriales pueden atravesar las barreras naturales y viajar a través de los fluidos biológicos, y que su tamaño es comparable al de muchas estructuras celulares, biomoléculas u organelos, es de esperarse que ocurra una estrecha interacción entre ellos y los sistemas biológicos (Yanamala et al., 2014). Sin embargo, las consecuencias o efectos de esta interacción aún no se comprenden por completo y son objeto de muchas investigaciones. Entre los mecanismos de acción que hasta ahora han sido reconocidos para los nanomateriales se pueden mencionar los siguientes (Yanamala et al., 2014): |
From the standpoint of regulation, the concept of risk includes two components: the exposure to a danger and the effects (Ize and Suk, 2010). Both components must be present to determine a risk, which means that their sole individual existence is not enough. For example, if a toxic chemical agent (in this case representing the danger) is freed into the environment in such a way that an exposure of organims is not possible (whether humans or other species) there will be no risk. Similarly, if the chemical agent is freed and contact with organisms occurs, but it does not produce adverse effects on them, then there will be no risk either. In the case of nanomaterials used as pesticides (as occurs with conventional pesticides) such components must be recognized to evaluate risks. Nevertheless, before performing this evaluation, it is necessary to establish first, the danger of such materials, meaning, their toxicity or capacity to produce some sort of damage in living beings. Therefore, there is currently a wide interest in the international scientific community to investigate the mechanism by which nanomaterials in general, and nanopesticides in particular, have the potential to produce some adverse effect. Given that nanomaterials can go through natural barriers and travel through biological fluids, and that its size is comparable to that of many cell structures, biomolecules or organelles, it should be expected for a close interaction between them and the biological systems to occur (Yanamala et al., 2014). However, consequences or effects of this interaction are still not completely understood and are object of many investigations. Amongst the action mechanisms that have been recognized so far for nanomaterials, the following can be mentioned (Yanamala et al., 2014): |
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1. Varios tipos de nanopartículas, como los fulerenos o los nanotubos de carbono, se pueden unir al sitio activo de diversas enzimas y suprimir su función normal. Entre las enzimas estudiadas a este respecto se encuentran la glutatión-S-transferasa (Miyata et al., 1998), la cual juega un papel importante en la protección del organismo contra los radicales libres, que son moléculas muy reactivas de oxígeno que alteran la membrana celular y atacan al material genético, acelerando con ello los procesos de envejecimiento o aparición de diversas enfermedades. |
1. Several types of nanoparticles, such as fullerenes or nanotubes of carbon, can be joint to the active site of diverse enzymes and remove its normal function. Between the studies enzymes in this respect, there are the glutathione S-transferase (Miyata et al., 1998), which plays an important role in the protection of the organism against free radicals, that are very reactive oxygen molecules that alter the cellular membrane and attack genetic material, speeding the processes of aging or diverse disease emergence. |
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2. Los fulerenos, los nanotubos de carbono y otros nanomateriales similares, con un diámetro de 0.9 a 1.3 nm, pueden bloquear los canales iónicos o poros de la membrana celular que regulan la entrada y salida de sustancias (Park et al., 2003), y con ello ocasionar diferentes efectos adversos, como el bloqueo de la señalización eléctrica necesaria para el buen funcionamiento de órganos como el cerebro, el corazón y el sistema muscular. |
2. Fullerenes, carbon nanotubes and other similar nanomaterials, with a diameter of 0.9 to 1.3 nm can block the ionic channels or pores of the cellular membrane that regulate the entrance and exit of substances (Park et al., 2003), hence producing different adverse effects, such as blocking of electric signalization necessary for the proper functioning of organs such as the brain, heart and muscular system. |
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3. Las nanoestructuras, en especial los nanotubos de carbono, pueden interferir con las funciones del citoesqueleto, esenciales para la división y reproducción celular. Estos efectos se han observado sobre ciertas estructuras conocidas como los microtúbulos y centrómeros y pueden resultar en disfunciones del huso mitótico (eje de anclaje de los cromosomas durante la división celular), ruptura o fragmentación de los cromosomas, células sin núcleo o multinucleadas y mutaciones (Sargent et al., 2009; Sargent et al., 2012). Esta interferencia puede también afectar indirectamente el funcionamiento de los organelos, al perturbar su correcta organización, el acoplamiento entre ellos y su distribución y localización en el citoplasma (Fletcher y Mullins, 2010). |
3. Nanostructures, particularly carbon nanotubes, can interfere with the functions of the cytoskeleton, essential for the division and cellular reproduction. Those effects have been observed on certain substances known as microtubes and centromeres, and can result in dysfunction of the mitotic spindle (anchoring axis of the chromosomes during cellular division), breakage or fragmentation of chromosomes, cells with no nucleus or multinucleus and mutations (Sargent et al., 2009; Sargent et al., 2012). This interference can also indirectly affect the functioning of the organelles by perturbing their correct organization, the coupling between them and their distributions and localization in the cytoplasm (Fletcher and Mullins, 2010). |
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4. Algunos nanomateriales, incluidos los fulerenos, nanotubos de carbono y otros, interfieren también con la actividad natural de la nanomaquinaria celular; es decir, de ciertos complejos de proteínas y ácidos nucleicos, como los ribosomas, o los exosomas y los proteosomas, responsables de degradar y eliminar el RNA y las proteínas que ya no les sirven a las células. En los ribosomas, estos materiales se pueden pegar a los sitios o cavidades de unión del RNA de transferencia, el RNA mensajero o de las cadenas de polipéptidos en formación, inhibiendo o frenando por completo el proceso de síntesis de proteínas. Por su parte, en los exosomas y proteosomas las nanopartículas hidrofóbicas a base de carbono pueden obstruir el sitio de alojamiento de las sustancias y degradar e impedir su eliminación (Yanamala et al., 2014). |
4. Some nanomaterials, including fullerenes, nanotubes of carbon and others, interfere also with the natural activity of cellular nanomachinery, meaning, certain complexes of proteins and nucleic acids, such as ribosomes or exosomes and proteasomes, responsible of degrading and eliminating RNA and proteins that are no longer of use for the cells. In the ribosomes, these materials can stick to the sites or cavities of the union of RNA of transference, messenger RNA or the chains of polypeptides in formation, inhibiting or completely stopping the process of protein synthesis. On the other hand, hydrophobic carbon-based particles can obstruct the accommodation site of substance and degrade and impede their elimination (Yanamala et al., 2014). |
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5. Asimismo, la mitocondria y otros organelos rodeados por membranas se consideran blanco de la acción de las nanopartículas. Los nanomateriales también pueden inactivar canales localizados en la membrana de la mitocondria, como los encargados del balance energético celular, y sistemas proteicos, como la cadena de transporte de electrones y los complejos involucrados en el proceso de respiración (Yanamala et al., 2014). |
5. In addition, mitochondria and other organelles surrounded by membranes are considered as targets of the action of nanoparticles. Nanomaterials can also inactivate channels located in the membrane of the mitochondria, as those in charge of the cellular energetic balance, and protein systems, as the transportation chain of electrons and the complexes involved in the breathing process (Yemala et al., 2014). |
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6. Finalmente, se ha observado la capacidad de las nanopartículas de dañar al ADN (Lu et al., 2005; Shukla y Leszcynski, 2009; Zhao et al., 2005). Este daño lo ejercen al inducir cambios conformacionales o deformaciones en su molécula, al bloquear sitios dañados y evitar la reparación de su estructura, al obstruir el acoplamiento de sus dos hebras o al impedir su empaquetamiento en forma de cromatina. |
6. Finally, the capacity of nanoparticles in damaging the DNA has been observed (Lu et al., 2005; Shukla and Leszcynski, 2009; Zhao et al., 2005). This damage is exercised by inducing conformational changes or deformation in their molecule, by blocking damaged sites and avoiding reparation of their structure, by obstructing the coupling of their two strands or by impeding their packaging in form of chromatin. |
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Todas las evidencias anteriores demuestran la peligrosidad de los nanomateriales; es decir, su potencialidad de ocasionar diversos tipos de interacciones y efectos con componentes básicos de las células y organismos. Sin embargo, como ya se ha mencionado, para que éstos se consideren un riesgo es necesario determinar si puede ocurrir una exposición a ellos y si ésta se traduce en un daño real. Para establecer la factibilidad de una exposición a los nanoplaguicidas es preciso considerar los factores que determinan su presencia en un ambiente y que ésta se convierta en un contacto efectivo con los organismos. Estos factores son múltiples y están relacionados con (1) las propiedades fisicoquímicas de los nanomateriales, (2) sus fuentes de liberación, y (3) su distribución, así como su destino en el ambiente. Todos ellos influyen en mayor o menor medida; sin embargo todavía está en estudio su contribución sobre la magnitud, la duración y la frecuencia de esa exposición. Con respecto a la contribución de las propiedades fisicoquímicas, dado que éstas son diferentes entre los nanomateriales y sus correspondientes compuestos de mayor tamaño (pues esta es justamente una de las razones que han motivado su desarrollo y producción), es necesario evaluar cómo influyen en los niveles y distribución de los nanoplaguicidas en el ambiente. Para ello se consideran entonces, además de la composición química, propiedades específicas como el tamaño, número y distribución de las partículas, la forma, el estado de agregación, la cristalografía, el tipo de cubierta superficial y sus cargas eléctricas, y la proporción de nanopartículas libres con respecto a las unidas del ingrediente activo (Dale et al., 2015; Kookana et al., 2014). La estandarización y homologación de los métodos para medir estas propiedades está en proceso, así como la adecuación de los modelos matemáticos para estimar las concentraciones ambientales esperadas de los nanoplaguicidas a partir de los valores de esas propiedades fisicoquímicas. Con respecto a las fuentes de emisión es difícil establecer su influencia sobre la presencia de los nanoplaguicidas en los diferentes compartimientos del ambiente. Esta dificultad radica sobre todo en la escasa información que se registra y reporta sobre los volúmenes de producción, importación y uso de este tipo de plaguicidas. En este sentido, hasta los países desarrollados carecen de estos datos a cabalidad, ya que existen diversas lagunas en su regulación, que comprenden incluso la definición clara de los productos, materiales o componentes que se consideran como nanoplaguicidas y que son liberados tanto de fuentes directas (como las emisiones al aire o descargas al agua de las plantas industriales o las aplicaciones agrícolas), como indirectas (incluidos el lavado y arrastre de campos agrícolas, los depósitos atmosféricos, entre otras). Esta situación complica el que se puedan estimar o predecir sus niveles ambientales a través de modelos matemáticos. En relación con el tercer componente, se sabe que la distribución y el destino ambiental de los nanoplaguicidas no sólo dependen de sus propiedades fisicoquímicas, sino también de las condiciones ambientales, como pH, temperatura, contenido disponible de oxígeno y sulfuro, fuerza iónica y otras propiedades de los coloides naturales (materia orgánica y arcillas) (Dale et al., 2015), las cuales determinan los movimientos, los procesos y las transformaciones que pueden sufrir los nanoplaguicidas en el aire, agua, suelo y sedimento. Aunque los nanoplaguicidas están sujetos a los mismos procesos ambientales que los plaguicidas convencionales (como la degradación, disolución, oxidación, etc.) (Dale et al., 2015), en ellos también actúan ciertas transformaciones que tienen poca relevancia para los plaguicidas convencionales; como por ejemplo la hetero y homoagregación / desagregación, la sulfuración o la adsorción / desorción. Este último proceso tiene particular importancia con los coloides de los medios sólidos, y es por eso que se ha observado el depósito y acumulación de algunos nanomateriales en sedimentos cercanos a sus fuentes de emisión (Velzeboer et al., 2014). Asimismo, varios de estos procesos muestran interdependencia; por ejemplo la agregación de las nanopartículas frena su disolución debido a la reducción del área superficial total expuesta. Con frecuencia y como resultado de algunas de las transformaciones anteriores, los nanoplaguicidas son convertidos, total o parcialmente, en nuevas entidades que pueden conservar, perder o aumentar su peligrosidad. Un ejemplo de ello sería la disolución de algunas nanopartículas metálicas en iones que resultan tóxicos para los organismos (Maurer-Jones et al., 2013). Aunado a las complicaciones anteriores, es necesario mencionar las limitaciones actuales de los métodos analíticos para detectar y cuantificar las concentraciones de los nanoplaguicidas en las matrices ambientales y biológicas. Ello impide tener una evidencia directa de que se ha estado en contacto con estos contaminantes. Con relación a los efectos, segundo componente del riesgo, existe hasta el momento un cúmulo importante de estudios en los que se han evaluado las respuestas que la exposición a diversos nanomateriales produce sobre diferentes organismos, varios de los cuales se consideran representativos de funciones esenciales de los ecosistemas. En la Tabla 2 se resumen varios ejemplos de ellos. No obstante, esta información es aún insuficiente para establecer los niveles o concentraciones de referencia, a partir de las cuales se puede definir que una sustancia produce un daño efectivo. |
All previous evidences show the danger of nanomaterials, namely, their potential to provoke diverse types of interactions and effects with basic components of the cells and organisms. However, as it has been mentioned, for them to be considered a risk, it is necessary to determine if an exposure can occur and if such is translated into real damage. In order to establish feasibility of an exposure of nanopesticides, it is precise to consider the factors that determine their presence in an environment and for it to convert in an effective contact with organisms. These factors are multiple and related with (1) physicochemical properties of nanomaterials, (2) their liberation sources, and (3) their distribution, and their aim in the environment. All of them influence in a greater or less extent; however, its contribution on the magnitude, duration and frequency of this exposure is still under examination. Regarding the contribution of physicochemical properties, since they are different between the nanomaterials and their corresponding compounds of greater size (since this is one of the reasons that have motivated their development and production), it is necessary to evaluate how they influence in the levels and distribution of nanopesticides in the environment. For that purpose, besides the chemical composition, specific properties such as size, number and distribution of particle, shape, state of agregation, crystallography type of superficial cover and electric charges, and the proportion of free nanoparticles in regard to those joint to the active ingredient, are considered (Dale et al., 2015; Kookana et al., 2014). Standardization and homologation of methods to measure these properties is in process, as well as the adaptation of mathematical models to estimate environmental concentrations expected from nanopesticides from the values of those physicochemical properties. With emission sources it is hard to establish their influence on the presence of nanopesticides in the different compartments of the environment. This difficulty lies on the lack of information recorded and reported on production volumes, import and the use of this type of pesticides. In this sense, even developed countries lack this type of data, since there are several gaps on their regulation that include the clear definition of products, materials or components that are considered as nanopesticides and that are freed from direct (such as air emissions or water discharges of the industrial plants or the agricultural applications) as indirect (including wash and trawling of agricultural fields, atmosphere deposits, etc.). This situation complicates the estimation or prediction of environmental levels through mathematical models. Regarding the third component, it is known that the distribution and environmental destination of nanopesticides not only depend on their physicochemical properties, but also on the environmental conditions, such as pH, temperature, available content of oxygen and sulphide, ionic force and other properties of natural colloids (organic matter and clay) (Dale et al., 2015), which determine the movements, processes and transformations that nanopesticides can suffer in the air, water, soil and sediment. Even though nanopesticides are subject to the same environmental processes just as conventional pesticides (as degradation, dissolution, oxidation, etc.) (Dale et al., 2015), they are also subject of certain transpormation that have low relevance for conventiona pesticides, such as hetero and homoaggregation / disaggregation, sulphuration or adsorption / desorption. The last process has particular importance with solid means colloids, hence the deposit and accumulation of some nanomaterials has been observed in sediments close to their emission sources (Velzeboer et al., 2014). Likewise, several of these processes show interdependence; for example, aggregation of nanoparticles that stops their dissolution due to the reduction of a total superficial exposed area. Frequently, and as result of some of the previous transformations, nanopesticides are converted, totally or partially, in new entities that can conserve, lose or increase their danger. An example would be the dissolution of some metallic nanoparticles in ions that result toxic for organisms (Maurer-Jones et al., 2013). In addition to the previous complications, it is necessary to mention the current limitations of the analytical methods to detect and quantify the concentrations of nanopesticides in environmental and biological matrices. This impedes having direct evidence that direct contact with this pollutants has occurred. The previous analysis reveals the complexity to establish occurrence probability of an exposure to nanopesticides, considering the still existing uncertainty in scientific evidence, the variability of the agents’ behavior and involved factors, and their multiple interactions. In relation with the effects, second component of the risk, there is an important amount of studies so far where responses of exposure to diverse nanomaterials produced on different organisms have been evaluated, several of these organisms being representative of essential functions of ecosystems. Table 2 summarizes several examples of them. Nevertheless, this information is not enough to establish levels or concentrations of reference from which is possible to define that a substance produces effective damage. |
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Los estudios hasta ahora realizados para poder establecer valores de referencia muestran varias limitaciones. Entre ellas se pueden mencionar las siguientes: Dado que los efectos de los nanomateriales, incluidos los nanoplaguicidas, no solo dependen de su composición química, sino también de la serie de propiedades antes mencionada, las evidencias de efectos aún no abarcan todo el rango de variabilidad de esas propiedades. En varios estudios se emplean nanomateriales junto con ingredientes activos bien reconocidos por su toxicidad, lo cual hace difícil discernir si los efectos observados son producidos por los nanomateriales, por el ingrediente activo o por ambos. Varios de los estudios han sido realizados probando concentraciones elevadas de los nanomateriales, con respecto a las concentraciones que se esperaría encontrar en el ambiente; por ello no se sabe si éstas pudieran tener una relevancia desde el punto de vista de la exposición ambiental u ocupacional. Algo similar sucede en el caso de las vías de exposición, ya que las que son usadas en los estudios, no necesariamente reflejan la forma real en que los humanos u otros organismos se pueden poner en contacto con los nanoplaguicidas. La mayoría de la evidencia sobre los efectos de los nanoplaguicidas proviene de estudios de laboratorio in vitro e in vivo, lo cual implica que aún es necesario evaluar si esos mismos efectos tienen lugar en condiciones de campo, que representen mejor una situación real y si su magnitud es semejante.
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Studies made to establish reference values have shown limitations. Amongst: Given that the effects of nanomaterials, including nanopesticides, not only depend on their chemical composition but also on the series of properties mentioned before, evidence of effects do not cover all the variability range of these properties yet.
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Tabla 2.
Efectos de algunos nanomateriales en diferentes organismos
Table 2.
Effects of some nanomaterials in different organisms
Nanomaterial |
Organism |
Observed Effect |
Reference |
Carbon nanotubes |
Crustacean |
|
Arndt et al., 2013 |
Silver nanoparticles |
Insect |
|
Panacek et al., 2011 |
Titanium dioxide nanoparticles |
Fish |
|
Hao et al., 2009 |
Silver nanoparticles |
Terrestrial plants (Arabidopsis thaliana) |
|
Ghormade et al., 2011 |
Titanium dioxide nanoparticles |
Polychaeta |
|
Galloway et al., 2010 |
Silver, copper and zinc hybrid nanomatrix |
Algae |
|
Ivanova et al., 2008 |
Fullerenes |
Soil microbiota (bacteria and protozoa) |
|
Johansen et al., 2008 |
Carbon nanotubes |
Rats |
|
Warheit et al., 2004 |
Silver nanoparticles |
Annelid |
|
Shoults-Wilson et al., 2011 |
Conclusiones |
Conclusions |
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En resumen, podemos señalar que la nanotecnología ha abierto una nueva perspectiva para mejorar el desempeño en el sector agrícola, particularmente a través de nuevos sistemas para el control de plagas. Sin embargo, se requiere un cuidadoso examen de las ventajas y desventajas que implica el uso de estos materiales. En este sentido y aunque vamos por un buen camino para poder identificar y evaluar los riesgos derivados del uso de los nanoplaguicidas, aún nos falta un amplio sendero que recorrer para generar toda la evidencia científica necesaria, al menos para equiparla con la que actualmente se utiliza para evaluar esos riesgos en el caso de los plaguicidas convencionales. |
In summary, it can be stated that nanotechnology has open a new perspective to improve the performance of the agricultural field, particularly through new systems for plague control. However, a thorough examination of the advantages and disadvantages that the use of these materials implicate is still required. In this sense, and even though the path to identify and evaluate the risks derived from the use of nanopesticides looks good, there is still further to go to generate all necessary scientific evidence, at least to equip it with the existing evidence used to evaluate those risks in the case of conventional pesticides. |
Literatura citada / References
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