REVISTA BIO CIENCIAS

ISSN: 2007-3380

http://revistabiociencias.uan.mx
http://dx.doi.org/10.15741/revbio.02.04.06


Evaluación de la presencia de Vibrio parahaemolyticus en camarón blanco (Litopenaeus vannamei) silvestre estuarino en el sur de Sinaloa y norte de Nayarit, mediante análisis microbiológico y PCR

Evaluation of the presence of Vibrio parahaemolyticus in white shrimp (Litopenaeus vannamei) estuarine-wild from southern Sinaloa and northern Nayarit by microbiological analysis and PCR

Rodríguez-Camacho, J.C., Méndez-Gómez, E.*, Rivas-Montaño, A.M., Cortés-Ruiz, J.A.

Instituto Tecnológico de Mazatlán, Calle Cosario 1 No. 203, Col. Urias, C.P. 82070, Mazatlán, Sinaloa, México.

*Autor corresponsal:
Méndez-Gómez, E. Instituto Tecnológico de Mazatlán, Calle Cosario 1 No. 203 Col. Urias C.P. 82070. Mazatlán, Sinaloa, México. Correo electrónico: evaristo3@hotmail.com


Información del artículo


Revista Bio Ciencias 2(4): 282-292

Recibido: 4 de Septiembre de 2013
Aceptado: 11 de Noviembre de 2013

Como citar este artículo: Rodríguez-Camacho, J.C., Méndez-Gómez, E., Rivas-Montaño, A.M., Cortés-Ruiz, J.A. (2014). Evaluación de la presencia de Vibrio parahaemolyticus en camarón blanco (Litopenaeus vannamei) silvestre estuarino en el sur de Sinaloa y norte de Nayarit, mediante análisis microbiológico y PCR. Revista Bio Ciencias 2(4): 282-292.


Palabras clave / Key words


Camarón, V. parahaemolyticus, pruebas bioquímicas, PCR, riesgo gastrointestinal / Shrimp, V. parahaemolyticus, biochemical tests, PCR, gastrointestinal health risk


Resumen


Debido a la continua incidencia de intoxicaciones humanas ocurridas en el sur de Sinaloa y norte de Nayarit, las cuales son atribuidas al consumo de camarón crudo, de mayo a diciembre de 2012, se evaluó la posible presencia de Vibrio parahaemolyticus toxigénico en muestras de camarón blanco (Litopenaeus vannamei; Boone, 1931), muestreando mensualmente en 3 esteros y un centro de venta, analizándolas mediante pruebas bioquímicas y moleculares, utilizando la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) para la identificación de especie y de toxicidad, empleando los oligos nucleótidos genéticos; tlh, tdh, y trh. Los casos positivos se contabilizaron mediante la técnica del Número Más Probable (NMP). Siete de las 32 muestras, resultaron positivas a Vibrio parahaemolyticus, pero negativos a los trazadores de toxigenia. El NMP se encontró debajo del límite establecido en la NOM-242-SSA1-2009, concluyendo que el camarón en el período y sitios muestreados, no representaron un riesgo para contraer enfermedades gastrointestinales relacionadas con Vibrio parahaemolyticus.


Abstract


Given the incidence of human poisonings attributed to raw shrimp consumption in southern of Sinaloa and northern of Nayarit in recent years, white shrimp (Litopenaeus vannamei) was sampled from three wild-estuaries where it’s been captured and one sample was taken from a sale center in order to determine the possible presence of toxigenic Vibrio parahaemolyticus, from May to December of 2012. Samples were analyzed by Biochemical test and Polymerase Chain Reaction (PCR), they were also tested for the specific an toxicological identification, using molecular oligo nucleotides markers tlh, tdh and trh. The number of positives results were recorded to a table of most probable number (MPN).The number of samples positive for V. parahaemolyticus, weren’t toxigenic and it was demonstrated that they were below the limit established in the Mexican Official Standard NOM-242-SSA1-2009. In conclusion, the present study revealed that consumption of raw shrimp from the dates and sites sampled did not show to be a risk for human gastrointestinal diseases.


Introducción

Vibrio parahaemolyticus es una bacteria entérica, cuyo hábitat natural son las aguas marinas, ya que requiere sal para su desarrollo. En época de calor se encuentra en las aguas litorales y coloniza a animales del plancton (Lizárraga et al., 2009), filtradores como ostras y mejillones (da Silva, 2005), peces (Aliaga et al., 2010) y camarón (Dulanto, 2013), mientras que durante las épocas frías se encuentra en los sedimentos marinos (Heitmann et al., 2005). Esta bacteria es afectada por los cambios en la temperatura, salinidad y disponibilidad de nutrientes, estando el rango de temperatura para su desarrollo entre los 21-37ºC (Da Silva, 2005 y Blackmore, 1999) y la salinidad entre los 5-30 g L-1 (Matherne, 2009).

Esta bacteria es causante de gastroenteritis asociada al consumo de productos marinos contaminados, crudos o mal cocinados o con una manipulación y almacenamiento inadecuado (Balakrish y Hormazabal, 2005, Díaz y Valerio, 2002, Daniels et al., 2000). Se manifiesta por la presencia de diarrea acuosa, en ocasiones con sangre, dolor abdominal, nausea, vómito, y en algunos casos fiebre, dolor de cabeza y escalofríos. Según la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). El periodo de incubación es de 5 a 96 h, y la duración de los síntomas de 1 a 7 días (COFEPRIS, 2010). No se tiene certeza alguna sobre la dosis infectante requerida para provocar un cuadro gastroentérico y en consecuencia, los brotes epidémicos tienen frecuencias y características que varían ampliamente según la región (Amárales, 2006).

En el año 1953, en Japón, se identificó al V. parahaemolyticus como el causante de un brote de intoxicación alimentaria ocurrida en Isaka, que afecto a 272 personas, de las cuales, 20 fallecieron por el consumo de sardina cruda contaminada con esta bacteria (Paris, 2005).

Un clon pandémico de V. parahaemolyticus serotipo O3:K6, emergió en todo el mundo en 1996. Las cepas de ese serotipo causaron brotes en Taiwán desde 1996 hasta 1999; este mismo clon pandémico se expandió de Asia a Rusia, Mozambique, Estados Unidos de Norte América, Canadá y Chile (Silva et al., 2008), llegando a México en el año de 2004, cuando se presentaron en la región sur del estado de Sinaloa más de 1,250 casos de gastroenteritis que fueron atribuidos al consumo de camarones crudos, provenientes del sistema lagunar Huizache-Caimanero, reportado por Cabanillas et al., (2006), quienes verificaron su presencia en muestras de heces humanas, camarones, agua y sedimentos.

El Camarón por su volumen se encuentra en el 2º lugar de la producción pesquera en México; sin embargo, por su valor, lo encontramos en el primer lugar. La tasa media de crecimiento anual de la producción en los últimos 10 años es de 6.24 %, lo cual se debe al crecimiento de la actividad acuícola con este crustáceo, por lo que desde el punto de vista de las exportaciones de las especies pesqueras, se encuentra en el lugar número uno, siendo sus principales destinos los Estados Unidos de Norte América, Japón y Francia (CONAPESCA, 2011).

La pesquería de camarón en la zona del Golfo de California, es una de las más importantes a nivel nacional. Dentro de las diferentes especies de camarón que se capturan en esta zona, destaca la producción de camarón blanco (Litopenaeus vannamei), representando el 6.19 % (2,500 t anuales) de la producción anual total en México; destacando a nivel nacional como zonas de importante actividad en la extracción y cultivo de este camarón, los estados de Sinaloa y Nayarit asociado a esteros, lagunas, y alta mar, formando parte de la pesquería mono-específica más importante, cuya producción es ampliamente comercializada en el mercado nacional e internacional (Ortiz, 2011).

El consumo de camarón crudo puede constituirse en un riesgo potencial para la salud del consumidor, debido a que las características del marisco y las zonas de ubicación litoral, favorecen la incorporación e incluso el crecimiento de microorganismos además de la adquisición de toxinas (Secretaria de Salud, 2009).

A nivel mundial, las infecciones gastrointestinales siguen siendo una de las causas más importantes de morbilidad y mortalidad. El consumo de mariscos crudos, es uno de los vectores principales de las llamadas Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA´s) (Chávez e Higuera, 2003).

Debido al incremento en la producción y comercialización de camarón silvestre y de cultivo, ha aumentado el interés por prevenir la propagación de enfermedades, situación que solamente se puede lograr mediante el establecimiento de una vigilancia frecuente y permanente que permitan la detección oportuna de patógenos, prevenir daños a la salud del consumidor y reducir pérdidas económicas por el deterioro del camarón. La aplicación de programas de vigilancia permanente, permiten además de establecer medidas preventivas para proteger los sistemas productivos, el asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos (CONAPESCA, 2010).

A través de la COFEPRIS, se ha promovido la implementación de nuevas estrategias como la aplicación de buenas prácticas sanitarias, orientadas a minimizar el impacto de los agentes infecciosos, estrategias que plantean entre otras cosas, la vigilancia y detección preventiva, con fines de prevención y/o reducción de riesgos sanitarios.

Desde 1988, en México se han empleado técnicas de vigilancia, que aunque efectivas, hoy en día se consideran no prácticas, por la cantidad de tiempo que estas demandan para obtener un resultado oportuno; dichas técnicas son los análisis microbiológicos (pruebas bioquímicas) y serológicos, y se encuentran establecidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-242-SSA1-2009, sin embargo, con la aparición de técnicas moleculares, basadas en la identificación de genes o segmentos específicos, mediante el empleo de la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), es posible la identificación de microorganismos de una manera eficiente, rápida y económica (Aguirre y Lara, 2011; Castro, 2009).

La técnica de PCR para la especie de V. parahaemolyticus se basa en el uso de oligonucleótidos que se identifican como tlh, tdh y trh (genes indicativos de la especie y toxicidad) los cuales están relacionados con la proteína con actividad hemolítica (tdh) o la hemolisina termoestable directa relacionada (trh) (Ortega, 2011, Alam et al., 2009 y Cárdenas, 2009).

El objetivo de esta investigación fue el evaluar la presencia o ausencia V. parahaemolyticus en camarón blanco (L. vannamei) silvestre y estuarino, capturado en el sur de Sinaloa y norte de Nayarit, y en muestras obtenidas en un expendio de venta al menudeo y mayoreo; empleando pruebas bioquímicas, la técnica de PCR con los oligos trazadores: tlh, tdh y trh con el fin de comparar la precisión entre ambas técnicas, y simultáneamente se cuantificó al V. parahaemolyticus con la técnica del número más probable.


Materiales y Métodos

La presente investigación se realizó en cuatro puntos de muestreo, tres de los cuales fueron los cuerpos de agua denominados; Sistema Lagunar Huizache-Caimanero (Sur del estado de Sinaloa); Laguna Pescadero y Laguna San Pedro (Norte del estado de Nayarit) efectuando muestreos mensuales de mayo a diciembre del 2012, obteniendo un total de 32 muestras de camarón blanco (L. vannamei) silvestre estuarino y el cuarto se estableció en un centro de venta al menudeo y medio mayoreo de camarón, ubicado en el centro de la ciudad de Mazatlán, Sinaloa. Este último punto de muestreo se definió con el propósito de establecer la posible contaminación microbiológica post-captura debido al manejo del camarón.

Las muestras de camarón fueron colectadas directamente en las lagunas de los esteros mediante atarrayeo (arte de pesca) con la ayuda de los pescadores de zona, aplicando rigurosamente el criterio de protección de la muestra contra contaminación secundaria desde el momento de la captura, transporte y almacenaje, señaladas en la norma mexicana NOM-242-SSA1-2009.

Se recolectaron 200 g de camarón y se midieron los parámetros de salinidad y temperatura del agua en cada punto de muestreo. Las muestras de camarón fueron preservadas para su traslado y siembra microbiológica en hielo, por un tiempo no mayor de 6 horas.

a) Preparación de la muestra

Se desarrolló la metodología establecida en la NOM-242-SSA1-2009-México, que consiste en colocar 200 g de la muestra de camarón en un vaso de licuadora con 200 g de solución buffer de fosfatos (PBS) estéril y con pH ajustado a 7.2, en una proporción 1:1, procediendo a homogenizar la muestra durante 2 minutos a alta velocidad. A partir de este homogenizado se prepararon diluciones 10-1, 10-2 y 10-3.

Las diluciones se sembraron por triplicado en tubos de ensaye estériles con 10 mL de Agua Peptonada Alcalina (APA), ajustado a un pH de 7, se incubaron a 35°C entre 18 a 24 h. Al término de la incubación, los tubos que desarrollaron turbidez, fueron considerados presuntamente positivos a V. parahaemolyticus, realizándose una resiembra en placas con Agar Tiosulfato Citrato Bilis Sacarosa (TCBS), tomando 1 µL de cada dilución que se extendió mediante la técnica de rastrillo. Las placas fueron incubadas a 35°C entre 18 a 24 h y se procedió a contabilizar las colonias sospechosas a V. parahaemolyticus.


b) Procesamiento de la muestra para la Identificación de Vibrio parahaemolyticus

Análisis microbiológico: De las placas con medio de cultivo TCBS, fueron seleccionadas 3 colonias sospechosas a V. parahaemolyticus para su aislamiento en medio Triptona con 3 % de NaCl, incubándolas a 35°C entre 18 a 24 h. Se realizaron las siguientes pruebas bioquímicas para la identificación de V. parahaemolyticus: Oxidasa, Agar Hierro Triple Azúcar, Agar Kliger, Agar Triptona, Agar para evaluar la capacidad de Oxidación-Fermentación, Agar Gelatina, Agar Gelatina con 3 % de NaCl, y pruebas con los aminoácidos Ornitina, Lisina y Arginina (MacFaddin, 2003).

Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR):

• Aislamiento de ADN

La técnica empleada se basa en el procedimiento descrito por Gómez-Gil y Lizárraga-Partida (2011), que consiste en tomar 1 mL de todas las diluciones y réplicas de los tubos con muestra de camarón sembrados en APA que desarrollaron turbidez y fueron agitados en un vortex a 6,000 rpm durante 1 min. Enseguida los tubos con las muestras se sometieron a calentamiento en un TermoBlock por 5 min a 95-100°C, y despues se colocaron en hielo durante 5 min, con el objetivo de separar los ácidos nucléicos de los restos celulares, la muestra se centrifufó a 14,000 rpm durante 5 min., simultaneamente se preparó una mezcla maestra contiendo los oligonucleotidos especificos encargados de llevar a cabo la hibridación con los segmentos de los genes que se buscan, y que se agrega a todos y cada uno de los tubos a examinar.

Para el análisis de PCR se usaron: 6.19 µL de agua para PCR con conductividad máxima de 18µΩcm-1, 2.5 µL de solución buffer, 0.25 µL de desoxinucleótido trifosfato (DNTP’s), los cuales son los rectantes que requiere la enzima Taq polimerasa para polimerizar los fragmentos especificos de cada segmento de gen, 1.25 µL de Primer F y 1.25 µL de Primer R, que son los encargados de que la enzima polimersa comience la reacción, 0.06 µL de la solución de la enzima denominada Taq polimerasa termoestable para amplificar secuencias cortas de ADN y por ultimo 1 µL del ADN de la muestra.

Para realizar la identificación de los fragmentos de los genes trazadores de especie y toxicidad se incluyeron dos controles; un control positivo con ADN de las cepas control de referencia V. parahaemolyticus CAIM 1772 proporcionada por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) unidad Mazatlán y un control negativo, sin los segmentos del ADN específico. En la (Figura 1) se muestra la respuesta positiva al gel con los oligonucleótidos tlh, tdh y trh. La amplificación del ADN se llevó a cabo en un termociclador Marca Bio Products, modelo Select Cycler. Los ciclos y temperaturas empleadas en estas pruebas fueron los siguientes: Primero la muestra fue desnaturalizada a 94 °C por 10 min, enseguida se realizaron 35 ciclos de desnaturalización a 94 °C durante 1 min, seguida de un alineamiento a 72 °C por 2 min y por último se efectuó una extensión final a 72 °C por 10 min.

 

Figura 1. Luminiscencia positiva a la luz ultravioleta de los Marcadores, tlh, trh y tdh mediante electroforesis en gel de agarosa, empleando la cepa CAIM 1772. Protocolo de PCR: 94ºC/10’ 35(94ºC /1’) Tm/1’
72ºC/2’) 72ºC/10’.


Al terminar la replicación del ADN, la muestra fue sometida a electroforesis en gel de agarosa al 1.2 % con solución buffer TAE 1X que contiene: TRIS base (2-amino-2(hydroxymethyl)-1,3 propanodiol), ácido acético glacial y reactivo EDTA (ácido etilen-diamino-tetra-acético). Se colocaron en las unidades del gel de agarosa, las muestras a las que se les incluyó un marcador de peso molecular de 100 a 3,000 pares de bases. Las muestras positivas al oligonucleótido tlh, específico para V. parahaemolyticus fueron analizadas para la búsqueda de los oligonucleótidos determinantes de las toxinas tdh y trh.

c) Cuantificación de V. parahaemolyticus por NMP

Se cuantificó la presencia de la bacteria V. Parahaemolyticus de acuerdo al procedimiento establecido para la técnica del NMP descrita en la NOM-224-SSA1-2009 con modificaciones propuestas por Gómez-Gil y Lizárraga-Partida, (2011), la cual consiste en contabilizar los resultados positivos a la PCR en los 12 tubos de las cuatro diluciones y tres repeticiones y confrontarlos en la tabla estadística de probabilidad correspondiente a las diluciones utilizadas.

 

Tabla 1.
Primers utilizados para V. parahaemolyticus, propuestos por Gómez-Gil y Lizárraga-Partida (2011).

Gen

Primer

Secuencia (5’-3’)

Tm

Tamaño (bp)*

Cita

tlh

tl-f

AAA GCG GAT TAT GCA GAA GCA CTG

58

450

Bej et al., 1999

tl-r

GCT ACT TTC TAG CAT TTT CTC TGC

tdh

L-tdh

GTA AAG GTC TCT GAC TTT TGG AC

58

269

Bej et al., 1999, Nishibuchi, 1995

R-tdh

TGG AAT AGA ACC TTC ATC TTC ACC

trh

trh-f

TTG GCT TCG ATA TTT TCA GTA TCT

58

500

Bej et al., 1999

trh-r

CAT AAC AAA CAT ATG CCC ATT TCC G

*Pares de bases de nucleótidos.

 

d) Análisis Estadístico

Los datos obtenidos fueron analizados empleando la herramienta estadística denominada Prueba de bondad de ajuste (Tabla de Contingencia), ya que los datos a analizar corresponden a datos no paramétricos. Para ello se empleó una matriz de 2x4; donde el 2 corresponde a las dos metodologías empleadas y el 4 a las cuatro estaciones de muestreo. La fórmula empleada para este análisis fue la siguiente:

El valor resultante X2 se llevó a la tabla de distribución de Chi cuadrada empleando un α = 0.05.


Resultados y Discusión

a) Temperatura y Salinidad

En esta investigación se registraron los parámetros de salinidad y temperatura en cada una de las zonas muestreadas, observándose que las temperaturas más altas se registraron durante los meses de mayo, junio, julio y agosto de 29.9 a 34.5 °C. En lo que se refiere a la salinidad, las más altas se presentaron durante los meses de mayo y junio variando desde los 34.5 a los 84 g L-1, con lo cual se observa que estos parámetros (temperatura y salinidad) pueden estar involucrados en el desarrollo de esta bacteria, ya que durante estos meses se presentó la bacteria de V. parahaemolyticus en las muestras analizadas de camarón blanco (L. vannamei).

Nuestros resultados coinciden con lo reportado por la FAO (2003), Dabanach (2009); Rodríguez et al., (2010) y Gavilán y Martínez (2011) quienes mencionan que las infecciones por V. parahaemolyticus se relacionan con los cambios físicos, químicos y biológicos del ambiente, que van a modular su presencia y abundancia mediante un equilibrio entre crecimiento y depredación, ya que las variaciones en las condiciones ambientales y ecológicas del medio, repercuten sobre la dinámica biológica de estos microorganismos, favoreciendo o limitando su abundancia y promoviendo la aparición de infecciones, cuando las condiciones ambientales permiten el desarrollo de estos organismos en altas cantidades en alimentos marinos de consumo. El número de V. parahaemolyticus aumenta a medida que la temperatura del agua se eleva, lo cual explica, en parte, el aumento de casos de intoxicación en los meses de verano (Figura 2).

 

Figura 2. a) Gráfica de Temperatura; b) Salinidad y; c) NMP en mues tras de camarón blanco (L. vannamei) recolectadas en cuatro estaciones de muestreo ubicadas en sistema lagunar Huizache-Caimanero, Laguna San Pedro, Laguna Pescadero y Centro de venta, de mayo a diciembre 2012.


b) Presencia o ausencia de V. parahaemolyticus (Método microbiológico).

Se aislaron un total de 384 colonias sospechosas a V. parahaemolyticus de las muestras analizadas, de las cuales 43 resultaron positivas para V. parahaemolyticus; registrándose durante el mes de mayo en las cuatro estaciones muestreadas, mientras que en el mes de junio, se detectó solamente en la Laguna de Pescadero y Laguna de San Pedro; en el Sistema Lagunar Huizache-Caimanero, solamente la muestra del mes de julio resulto positiva (Tabla 2). Los resultados de esta investigación difieren con los obtenidos por Aguilar (2007), quien realizó estudios en el sistema lagunar Huizache-Caimanero y no detectó la presencia de V. parahaemolyticus.


c) Evaluación de la Presencia o ausencia de V. parahaemolyticus mediante PCR.

Los resultados señalaron la presencia de V. parahaemolyticus en las muestras correspondientes a los meses de mayo, junio y julio del 2012, identificada con el marcador tlh (Tabla 3). Por otra parte, los oligonucleótidos específicos tdh y trh, empleados para determinar la toxicidad de la bacteria, fueron negativos para todas las muestras (Figura 3), coincidiendo con los resultados reportados por Cabanillas et al., (2006), pero contrario a lo que reportaron Gómez et al., (2006) en muestras obtenidas en la misma zona que este trabajo, quienes detectaron la bacteria durante el mes de Mayo del 2006 y positiva al gen tdh (implicado en la toxigenia), y le atribuyeron el primer brote de gastroenteritis por V. parahaemolyticus en el sur de Sinaloa y Norte de Nayarit.

 

Tabla 2.
Respuesta a la evaluación de la presencia de V. parahaemolyticus en las muestras de camarón blanco L. vannamei empleando el método microbiológico (Pruebas bioquímicas)

Mes

Colonias aisladas

Positivos a V. parahaemolyticus por estación de muestreo

Huizache-Caimanero

Laguna de San Pedro

Laguna Pescador

Centro de Venta

Mayo

12

7/12

6/12

7/12

5/12

Junio

12

0/12

6/12

5/12

0/12

Julio

12

7/12

0/12

0/12

0/12

Agosto

12

0/12

0/12

0/12

0/12

Septiembre

12

0/12

0/12

0/12

0/12

Octubre

12

0/12

0/12

0/12

0/12

Noviembre

12

0/12

0/12

0/12

0/12

Diciembre

12

0/12

0/12

0/12

0/12

 

Tabla 3.
Resultados de los marcadores utilizados en la detección de V. parahaemolyticus por la técnica de PCR

Mes

Estación de muestreo/ presencia o ausencia de V. parahaemolyticus

Huizache-Caimanero

Laguna de San Pedro

Laguna Pescador

Centro de Venta

tlh

trh

tdh

tlh

trh

tdh

tlh

trh

tdh

tlh

trh

tdh

Mayo

+

-

-

+

-

-

+

-

-

+

-

-

Junio

-

-

-

+

-

-

+

-

-

-

-

-

Julio

+

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Agosto

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Septiembre

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Octubre

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Noviembre

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Diciembre

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

 

(+) Presencia de V. parahaemolyticus (-) ausencia de V. parahaemolyticus

 

Figura 3. Respuesta Luminiscente a la luz ultravioleta de geles de agarosa positivos a tlh (indicador de especie) en las muestras colectadas el mes de mayo: a) Huizache-Caimanero, b) Laguna de San Pedro, c) Laguna Pescador y d) Centro de venta, empleando la cepa CAIM 1772 como control positivo.

 

d) Análisis estadístico

Con los resultados obtenidos, se elaboró una tabla de contingencia de 2x4 empleando únicamente los resultados que dieron positivo a cada una de las metodologías, sumándose todos los resultados positivos de cada estación de muestreo en el periodo de mayo a diciembre, esto con la finalidad de comparar las metodologías de PCR y análisis microbiológico (pruebas bioquímicas). Los resutltados indican que no existe diferencias significativas entre los resultados obtenidos con las dos metodologías empleadas para determinar la ausencia o presencia de V. parahaemolyticus. Por lo que es factible emplear cualquiera de las dos, pero es necesario recordar que la utilización de las técnicas moleculares como las pruebas de PCR empleadas en este trabajo proporciona resultados de una manera más rápida y precisa, con el mismo nivel de confiabilidad.


e) Cuantificación de Vibrio parahaemolyticus por la técnica del NMP

El mayor NMP/g de V. parahaemolyticus se registró en la muestra del mes de mayo en la Laguna de San Pedro, con un índice de 460 NMP/g., en el mes de junio se presentó en la Laguna de Pescadero con un NMP/g de 28, mientras que en julio, solamente se presentó la bacteria en el Sistema Lagunar Huizache-Caimanero con un valor de 43 NMP/g (Tabla 4).

La Norma Oficial Mexicana NOM-242-SSA1-2009, establece para crustáceos frescos, un límite máximo de 104 NMP/g de V. parahaemolyticus, por lo que todos los valores obtenidos en este estudio, se encontraron dentro del límite especificado.

 

Tabla 4.
Resultados de la cuantificación de V. parahaemolyticus por la técnica del NMP descrita en la NOM-224-SSA1-2009

Mes/Estación

Huizache-Caimanero

Laguna San Pedro

Laguna Pescadero

Centro de Venta

Índice NMP/g

Mayo

29

460

2.3

21

Junio

<0.3

9.3

28

<0.3

Julio

43

<0.3

<0.3

<0.3

Agosto

<0.3

<0.3

<0.3

<0.3

Septiembre

<0.3

<0.3

<0.3

<0.3

Octubre

<0.3

<0.3

<0.3

<0.3

Noviembre

<0.3

<0.3

<0.3

<0.3

Diciembre

<0.3

<0.3

<0.3

<0.3

 


Conclusiones

Se detectó la presencia V. parahaemolyticus mediante las pruebas bioquímicas y PCR, durante el mes de mayo en los cuatro puntos de muestreo, mientras que en el mes de junio se detectó en la Laguna de Pescadero y Laguna de San Pedro. En el mes de julio en el Sistema Lagunar del Huizache-Caimanero, meses en los que también se registraron las mayores salinidades, de 32 a los 37 g L-1 respectivamente.

Las cepas analizadas fueron negativas a los genes tdh y trh relacionados con la toxicidad.

En el conteo mediante NMP, se registraron valores por debajo de los límite máximo permitido en la Norma Oficial Mexicana NOM-242-SSA1-2009 de 104 NMP/g para esta bacteria, por lo que el camarón muestreado en la Laguna Pescador, Laguna de San Pedro, Sistema Huizache-Caimanero y centro de venta en Mazatlán en esas fechas, no representó un riesgo de transmisión de V. parahaemolyticus.

Los resultados obtenidos en esta investigación sobre la identificación y conteo de V. parahaemolyticus empleando pruebas bioquímicas y PCR, para cada muestra analizada, son coincidentes en resultados, con la excepción de que las pruebas bioquímicas convencionales establecidas en la Norma, no pueden discernir sobre la toxicidad de la cepa en cuestión, pues requiere de pruebas adicionales, mientras que la PCR cuenta con la ventaja de que brinda respuestas de especie y toxigenia en un corto períodos de tiempo.


Literatura citada


Aguilar G.E. 2007. Evaluación de la presencia o ausencia de Vibrio parahaemolyticus en muestras de aguas superficiales de esteros de Mazatlán Sinaloa. (Tesis de licenciatura) Instituto Tecnológico de Mazatlán.


Aguirre G.G. y Lara F.M. 2011. Biología molecular, herramienta para identificar bacterias que afectan al camarón de cultivo. Revista Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológico CONACYT-Campeche. 3: 35-38.


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